Con una defensa que no ha recibido puntos en los anteriores seis periodos, un ataque que capitaliza sus oportunidades y unos equipos especiales que se las saben arreglar cuando se presenta alguna emergencia, los Rams de Los Ángeles abrieron su temporada regular como locales con una paliza por segundo año consecutivo.
En 2017, los Rams vapulearon a Indianapolis 46-9 en la presentación de Sean McVay como entrenador en jefe. Este domingo las víctimas fueron los Arizona Cardinals, que se fueron en blanco en un 34-0 del equipo carnero ante 66,515 espectadores en el Memorial Coliseum.
Cabe recordar que la temporada pasada los Rams también blanquearon a los Cardinals: 33-0 en Londres. El otro juego de ese calendario no fue muy distinto: 32-16. De tal forma que en los últimos 12 periodos entre estos equipos, Los Ángeles tiene 99 puntos a favor y 16 en contra.
Todd Gurley anotó en acarreos de 11, 1 y 2 yardas y Jared Goff lanzó para 354 yardas, 159 de ellas con el veloz receptor Brandin Cooks, quien brilló en su debut en su nueva casa con siete recepciones, casi todas de excelente manufactura.
"Tengo un excelente equipo y compañeros, estaba emocionado por este día", dijo Cooks, quien rápidamente en dos partidos ha demostrado que es capaz de marcar diferencias importantes en la cancha.
Pero la realidad es que los Rams no tuvieron que pisar el acelerador a fondo contra Arizona, un equipo que aún no gana con su nuevo entrenador en jefe Steve Wilks, y eso se debe principalmente a la defensa carnera.
Tras blanquear a los Raiders de Oakland toda la segunda mitad del juego de lunes por la noche, en esta semana 2 borraron del campo al ataque de los pájaros rojos, a pesar de la presencia de un gran corredor como David Johnson (48 yardas en 13 acarreos) y un receptor con calibre de Salón de la Fama como Larry Fitzgerald (28 yardas en 3 atrapadas).
McVay impresionado
Las cifras hablan por sí solas: Arizona acabó el juego con apenas 137 yardas totales y, ridículamente, cinco primeros y diez convertidos.
"No puedo recordar haber visto a una defensa que haya hecho un partido tan completo de silbatazo a silbatazo, del primero al cuarto periodo", comentó McVay, quien en el vestidor de su equipo le entregó un balón del juego a Wade Phillips como reconocimiento a toda la defensa. Otros ovoides se los dio al pateador de despejes Johnny Hekker y al regresador de patadas JoJo Natson.
Hekker solo tuvo que realizar dos despejes en el encuentro, pero también pateó un gol de campo de 20 yardas y un punto extra. Esto se debió a que Greg Zuerlein, el pateador que lideró a la NFL en puntos anotados en 2017, sufrió una torcedura de ingle en los calentamientos previos al kickoff del partido. Se desconocía la gravedad de la lesión.
El sujetador para Hekker –quien se encarga de dicha tarea cuando Zuerlein está activo– fue Cooper Kupp, el receptor de segunda temporada que también es muy versátil. Hekker, además de sus múltiples funciones en equipos especiales, en algunas ocasiones ha completado pases en jugadas de engaño.
En cuanto a Natson, el liviano y muy veloz elemento que fue llamado por el equipo esta semana tras el ingreso de Pharoh Cooper a la lista de lesionados, promedió 22 yardas en seis devoluciones, siempre generando sensación de peligro. Cuando el coach McVay le dio el balón del partido como premio, sus compañeros no ocultaron una genuina alegría por el joven receptor que en la pretemporada había mostrado que podía ser confiable.
JoJo los acercó
preparEn el segundo periodo, Natson encontró espacio pegado a la banda izquierda para un regreso de despeje bueno para 60 yardas, el cual dejó a Jared Goff y su ofensiva sobre la 32 de Arizona.
Los Rams lograron llegar hasta la yarda 1, desde donde Gurley acarreó para romper el plano imaginario de la línea de gol, poniendo el marcador 19-0 luego de agregar dos puntos por la conversión en otro corrida.
Esa ventaja ya lucía suficiente considerando que los Cardinals no movían a la defensa de Los Ángeles. De hecho, lo más lejos que avanzó el ataque dirigido por el quarterback Sam Bradford, quien estaba jugando por primera vez contra el club que lo hizo profesional por primera vez, fue la yarda 46 de los Rams, y esto ocurrió hasta la jugada final de la tarde. No estuvieron ni cerca de anotar.
"Puedes ver que cada yarda contra ellos tienen que merecerla, nada es barato", agregó McVay elogiando a sus jugadores de la defensa. "También creo que tacleamos bien hoy".
Los Rams aseguraron el segundo triunfo seguido en el tercer cuarto cuando un pase de 21 yardas de Goff (24 de 32 pases) a Kupp combinado con una rigorista rudeza al pasador, puso la mesa para que Gurley (19 intentos para 42 yardas) se metiera en las diagonales desde la yarda 2.
Un pase de Goff al corredor suplente Malcolm Brown hizo buena la tercera conversión de dos puntos de la tarde y puso el marcador del Coliseum 27-0 en el tercer cuarto. Brown, por cierto, jugó la mayor parte de la segunda mitad con 46 yardas en 12 intentos, luego de que Gurley fuera retirado del campo para evitar riesgo de lesiones.
Chargers a la vista
El remache en una tarde soleada en el sur de California llegó en el cuarto periodo con un pase de 3 yardas de Goff al ala cerrada Tyler Higbee, en una serie precedida por el primer pase interceptado del exPacker Sam Shields como integrante de los Rams, devolviendo hasta la yarda 25 de los visitantes.
Gracias al triunfo, los Rams ahora lideran la serie histórica contra los Cardinals 39-38-2. Pero lo importante es que el equipo da, en palabras del propio entrenador McVay, "otro paso en la dirección correcta".
Vendrán jornadas más difíciles, empezando por la del domingo cuando los talentosos y vecinos Chargers (1-1) se metan al Memorial Coliseum (1:05 pm).