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Rams News | Los Angeles Rams - therams.com

¡A un paso del Super Bowl! Los Rams fueron imparables para Dallas

La nueva era de los Rams, con Sean McVay y Jared Goff, ha alcanzado oficialmente su siguiente nivel. El entrenador en jefe de solo 32 años de edad y el quarterback de 24 ganaron el sábado su primer juego de postemporada; acaso el primero de muchos por venir.

Sin embargo, los dos mayores responsables de la sofisticada ofensiva de los Rams no necesitaron en el juego de playoffs divisionales contra Dallas completar arriba de 30 pases o acumular 400 yardas por aire. Esta vez el equipo de Los Ángeles hizo el trabajo en la trinchera: corriendo el balón como pocas veces se ha visto en toda la historia de los playoffs.

C.J. Anderson y Todd Gurley corrieron ambos para más de 100 yardas detrás de una dominante línea ofensiva y se combinaron para los tres touchdowns del equipo, llevando a los Rams a un triunfo de 30-22 sobre los Cowboys para avanzar al juego de campeonato de la NFC. Un triunfo el siguiente domingo y los Rams estarán en el Super Bowl LIII en Atlanta

En conjunto, el equipo de Los Ángeles corrió para 273 yardas, nuevo récord de la franquicia en postemporada por encima de las 248 que totalizó el legendario Eric Dickerson la ocasión anterior que Rams y Cowboys jugaron en postemporada, un triunfo carnero de 20-0 en 1986.

La cifra del sábado deja una verdadera cicatriz en la estrella azul del casco de los Cowboys, porque Dallas nunca había permitido tantas yardas por carrera en playoffs (63 juegos en total).

"Ellos son un equipo físico. Existe un poco de mala percepción sobre cómo juegan a la ofensiva los Rams con la carrera", dijo Jason Garrett, entrenador en jefe de los Cowboys, quitándose el sombrero texano ante los Rams. "Ellos fueron mejor equipo que nosotros esta noche, realmente lo fueron".

Así que si todavía existían algunos analistas o aficionados "despistados" que pensaban que los Rams no podían ser un equipo duro, físico, capaz de castigar al rival con músculo y ganar partidos en base a fuerza, eso debe haber cambiado tras el encuentro en el Memorial Coliseum, presenciado por 77,187 espectadores, el triunfo más importante de la historia reciente del equipo.

Dominio en las trincheras

Los Rams tomaron la ventaja de 13-7 con una carrera de 1 yarda de Anderson faltando 7 minutos de la primera mitad, una primera parte en la cual el dominio de L.A. corriendo el balón fue abrumador luego de que los Cowboys anotaron en su primera serie del partido con pase de 29 yardas de Dak Prescott a Amari Cooper.

La ventaja angelina creció a 20-7 porque Gurley aprovechó el devastador bloqueo de su línea ofensiva para escaparse 35 yardas faltando 3:27 del segundo cuarto. El No. 30 no dio ninguna muestra de la lesión de rodilla que le mantuvo inactivo las anteriores tres semanas.

En el inicio de la segunda mitad, Greg Zuerlein conectó gol de campo de 44 yardas para aumentar la diferencia a 23-7. Antes había atinado desde 25 y 23 yardas. Por cierto, el pateador carnero estuvo cerca de hacer una patada memorable mientras expiraba el tiempo en la primera mitad cuando su intento de 63 yardas tuvo suficiente potencia, pero se fue apenas desviado.

Dallas dio señales de vida al montar una serie de 75 yardas coronada por carrera de 1 yarda de Ezekiel Elliott restando 5:20 minutos del tercer cuarto. Como Dallas logró la conversión de dos puntos por pase de Prescott a Cooper, la diferencia en el marcador en ese momento era de una sola posesión (23-15).

Pero en la siguiente serie ofensiva de los Cowboys, Elliott fue detenido en cuarta oportunidad y una yarda por avanzar sobre la 35 de los Rams. Ndamukong Suh, quien tuvo posiblemente su mejor juego con el equipo, fue el primero en penetrar y luego Lamarcus Joyner y otros detuvieron al campeón corredor de la temporada, quien fue maniatado con apenas 47 yardas en 20 acarreos.

La gran serie del partido

Entonces vino la ofensiva de L.A. de regreso al campo y procedió a firmar una serie de antología: 12 jugadas, 65 yardas y 7:36 minutos, la cual incluyó carreras de 9 yardas del receptor Robert Woods en una "jet sweep", de 7 yardas por parte de Anderson, de 9 del mismo Anderson, y de 5 del receptor Brandin Cooks para poner el primero y gol en la 6.

Los Cowboys detuvieron a Goff en un clavado personal sobre la yarda 1 en tercera oportunidad. El dilema era interesante para el coach McVay: patear el corto gol de campo seguro y alejar a Dallas a dos posesiones a la mitad del cuarto periodo, o ser agresivos e ir por el touchdown para casi liquidar el partido. McVay, leal a su naturaleza agresiva, optó por lo segundo.

El poderoso Anderson llevó el balón en cuarta oportunidad detrás del guardia y tackle del lado izquierdo y venció el contacto de dos defensores sobre la línea de gol para anotar, poniendo el marcador 30-15.

Con una ofensiva que no es muy explosiva en el juego por pase, los Cowboys consumieron valiosos minutos para poder acortar distancias con carrera de 1 yarda de Prescott (20 de 32, 266 yardas, 1 TD) para acercarse 30-22 faltando 2:11.

Pero los Rams bajaron la cortina cuando Goff, en tercera oportunidad, corrió 11 yardas cerca de la banda derecha para mover las cadenas, y poco después Anderson aseguró la "formación victoria" con otro primero y 10.

Contentos, pero no satisfechos

El trabajo de la línea para dominar a una defensa vaquera que llegaba al encuentro muy crecida fue lo que realmente marcó la diferencia. McVay lo reconoció en la intimidad del vestidor entregando balones del juego a sus dos corredores y también a Andrew Whitworth.

El tackle izquierdo gana por primera vez en su carrera un partido de playoffs tras siete intentos fallidos (seis con Cincinnati y uno con L.A.). "Yo siento como que este equipo está para ganar más", advirtió Whitworth contento, pero claramente no satisfecho.

"Dos corredores de 100 yardas, eso es raro, y comienza con esos cinco hombres de enfrente (los linieros)", dijo Goff, quien completó solo 15 pases de 28 intentos para 186 yardas, sin anotaciones, pero tampoco pases interceptados. En general, los Rams jugaron un partido impecable sin entregas de balón, sin capturas permitidas, con 4 castigos cometidos que no son muchos y 36 minutos de control de balón.

Anderson acabó con 123 yardas en 23 intentos y ahora tiene 422 yardas en tres partidos con el uniforme carnero. Su presencia le ha dado al ataque una nueva dimensión y un marcado equilibrio. Gurley, por su parte, tuvo 16 carreras para 115 yardas.

"Es de miedo", dijo Anderson acerca del ataque terrestre de los Rams con él y Gurley formando un monstruo de dos cabezas. "Tenemos dos estilos distintos, y podemos mantener a los equipos rivales fuera de balance".

Los Rams jugarán por el boleto al Super Bowl contra el vencedor del domingo entre New Orleans y Philadelphia. Si ganan los Saints, el juego será en el Superdome de Louisiana; si ganan los Eagles, la final será en el Memorial Coliseum. Pero sea contra quien sea, para los Rams será una revancha con el mayor de los premios estando en juego.

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